En esta existencia no te tocará hacer demostraciones de fuerza física, sino de fortaleza espiritual. Te tocará corroborar que la razón vence las pasiones, la fortaleza espiritual vence las tentaciones. Es probable que tengas que someter en ti misma esa parte impulsiva, instintiva e irracional que tiende a hacerte perder el control y es tu peor enemigo. A lo largo de tu vida la sabiduría que alcanzas será tu arma para combatir esa debilidad. Buscarás ser prudente, mesurada y alcanzar el perfecto autocontrol.
Con un espíritu sabio eres capaz de ser sutil, diplomática y persuasiva -sin perder energía- pues sabes que logras más con suavidad y prudencia que con imposición y autoritarismo. Sabes que para la mayoría es más fácil dominar a los demás (el "afuera") que dominarse a sí mismos. Para superar esta debilidad, trabajas y te esmeras pues reconoces que la clave está en la claridad con que veas tu interior y moderes tus impulsos más primarios, tus más oscuras motivaciones y tus limitaciones. Así logras administrar tus energíasy decisiones. Sabes que desde tu "sombra", la parte oscura de tu mente, reaccionas hacia aquello que te incomoda, que te bloquea o te hace perder el control. Trabajas mucho para conocer tu sombra; es decir, para ver la parte oculta de ti misma: tu lado oscuro, poderoso y desconocido. En el proceso de maduración personal y espiritual llegas a conocerte, a aprender de ti misma, reconocer de qué eres capaz, tanto lo más sublime, como lo más bajo. No hay duda, hacerle frente a la sombra requiere de coraje y fortaleza. Y sabes que sólo reconociéndola y enfrentándola podrás trascenderla.
También entiendes que logras más luchando menos, de manera que buscasmanejar las energías para vencer la ignorancia, el dolor, el miedo y la enfermedad a través del uso inteligente de esas mismas energías. Sabes fluir con esa corriente y poco a poco, sutilmente, vas tomando el control necesario, primero sobre ti misma, luego sobre tu entorno. Para luchar "se necesitan dos", y tú no te prestas al juego de la violencia. Usas la negociación, la vía más inteligente y armónica, pues es la única donde todos ganan y el espíritu se eleva.
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